Publicado: 16 de marzo de 2021. Actualizado: 18 de diciembre de 2024.
Si alguna vez has tenido mal aliento que no desaparece, has sentido como si tuvieras algo atascado en la garganta o has notado pequeños trocitos blancos o amarillentos en la boca, puede que tengas piedras en las amígdalas (también llamadas tonsilolitos o cálculos amigdalinos). Son pequeños bultitos duros que se forman en los pliegues de las amígdalas. Mucha gente dice que los cálculos amigdalinos tienen también mal olor, como a azufre o naftalina.
En esta guía lo aprenderás todo sobre los tonsilolitos: causas, síntomas y cómo prevenirlos. También compartiremos recursos gratuitos para ayudarte a comprenderlos, tratarlos y controlarlos.
¿Qué son los tonsilolitos?
Los cálculos amigdalinos se forman cuando algunos residuos (bacterias, restos de comida y células muertas) se acumulan en los pliegues de las amígdalas y se van endureciendo. Pueden ser tan pequeños como un grano de arena, aunque algunos se hacen tan grandes que se pueden ver fácilmente.
¿De qué están hechos?
Los tonsilolitos contienen bacterias productoras de azufre que causan su mal olor, así como minerales como calcio y fosfato.
¿Qué tamaño tienen?
La mayoría de los cálculos amigdalinos son pequeños, normalmente tienen entre 1 y 7 mm [1]. En algunos casos raros pueden crecer hasta los 3 cm, ocasionando síntomas graves que requieren atención médica [1]. Si se realiza un TAC, se suelen encontrar cálculos de unos 3-4 mm, pero también pueden detectarse cálculos muy pequeños durante la revisión de las amígdalas [2]. Los cálculos amigdalinos también pueden crecer con el tiempo, aumentando de tamaño una media de 0,61 mm al año [3].
La siguiente Tabla de tamaños de los tonsilolitos recoge que los cálculos amigdalinos van de muy pequeños (1 mm, como un grano de arena) a muy grandes (7 mm, del tamaño de un guisante).
¿Son frecuentes?
Los tonsilolitos son más frecuentes de lo que mucha gente cree. Los estudios realizados en EE.UU. demuestran que del 15% [4] al 45% [2] de los pacientes sometidos a tomografías de cabeza y de cuello tienen tonsilolitos.
¿Son contagiosos?
No te preocupes, los cálculos amigdalinos no son contagiosos. Se forman debido a las características únicas de tu anatomía y tu salud bucodental y no puedes «contagiarte» de otra persona.
¿Cómo puedo saber si tengo tonsilolitos?
Los tonsilolitos no siempre provocan síntomas, pero cuando lo hacen pueden ser molestos e incluso dolorosos. Aquí compartimos algunos síntomas que pueden indicar la presencia de cálculos en las amígdalas [5]:
- Mal aliento (halitosis): Uno de los síntomas más frecuentes, causado por bacterias y restos atrapados en las amígdalas.
- Molestias en la garganta: Puede que sientas que tienes algo atascado en la garganta, lo que se conoce como «sensación de cuerpo extraño».
- Motas blancas o amarillentas: Los tonsilolitos se ven directamente como motas en las amígdalas.
- Dolor de oídos (otalgia): Los nervios de la garganta están conectados con los oídos, lo que puede provocar que el dolor se extienda a los oídos [6].
- Dificultad para tragar (disfagia): Los cálculos amigdalinos más grandes pueden hacer que tragar resulte incómodo o incluso doloroso.
- Tos o dolor de garganta: Puede aparecer tos irritativa o dolor de garganta persistente. Algunas personas cuentan que llegan a «toser bolitas blancas que apestan», que suelen ser los tonsilolitos.
En raras ocasiones, los cálculos amigdalinos pueden provocar síntomas más graves, como dolor intenso de garganta o cuello y, en casos extremos, dificultad para respirar [7]. Sin embargo, son poco frecuentes y suelen asociarse con los tonsilolitos de mayor tamaño.
¿Quieres saber si tienes piedras en las amígdalas? Haz nuestro test interactivo: Cuestionario sobre tonsilolitos.
¿Por qué huelen tan mal los tonsilolitos?
Uno de los síntomas más evidentes y desagradables de la presencia de tonsilolitos es el mal olor. Los afectados suelen afirmar que huelen a azufre, a naftalina o incluso a caca. Este olor procede de las bacterias productoras de azufre que quedan atrapadas en los cálculos [8].
Si te preguntas por qué los tonsilolitos huelen a naftalina, la respuesta es que es consecuencia de que las bacterias descomponen la materia orgánica de las piedras. Hacer gárgaras con agua salada o utilizar un irrigador dental puede ayudar a reducir el olor.
«Los tonsilolitos emiten un fuerte olor debido a las bacterias que producen compuestos volátiles de azufre (CSV, por sus siglas en inglés para Volatile Sulfur Compounds). Las bacterias productoras de azufre proliferan en la superficie de la lengua y en la parte posterior de la garganta. Estas bacterias pueden descomponer las proteínas a gran velocidad y liberar CSV en la parte posterior de la lengua, lo que produce un olor desagradable.»
¿Por qué se desencadenan los tosilolitos?
Los cálculos amigdalinos se forman debido a la anatomía de las amígdalas. Los pequeños pliegues o bolsas de las amígdalas pueden atrapar residuos que con el tiempo se endurecen y se convierten en tonsilolitos [9].
Otros factores que pueden aumentar la probabilidad de que se creen cálculos amigdalinos son:
- Mala higiene bucal: El riesgo aumento si hay más restos en la boca.
- Boca seca crónica: Cuando hay menos saliva, es más fácil que las bacterias proliferen.
- Infecciones frecuentes de garganta: Las amígdalas inflamadas retienen más residuos.
- Dieta: Los alimentos pegajosos o azucarados pueden dejar partículas que se acumulan.
Si tienes diabetes, puedes tener más probabilidades de padecer cálculos amigdalinos debido a que la sequedad de la boca y la mayor probabilidad de sufrir infecciones pueden favorecer la acumulación de restos en las amígdalas. Para saber más sobre cómo afecta la diabetes a tu salud bucodental, consulta nuestra guía sobre Diabetes y salud bucodental.
«Si no eliminas las bacterias y los residuos de la boca y principalmente de la lengua, puedes correr un mayor riesgo de desarrollar tonsilolitos.»
¿Cómo puedo evitar que vuelvan a aparecer los tonsilolitos?
Prevenir los cálculos amigdalinos implica mantener la boca limpia y reducir al mínimo la acumulación de residuos. A continuación compartimos algunos sencillos consejos que te resultarán útiles:
- Cepíllate los dientes y usa hilo dental todos los días: Mantén limpios los dientes y las encías.
- Raspa la lengua: Utiliza un raspador lingual para eliminar las bacterias.
- Bebe mucha agua: Mantente hidratado para evitar la boca seca.
- Haz gárgaras con agua salada: Enjuaga los restos para que no se acumulen en tus amígdalas.
- Utiliza un irrigador dental o un kit para eliminar tonsilolitos: Limpia suavemente tus amígdalas para eliminar las partículas atrapadas.
«El uso habitual de un irrigador bucal puede prevenir la formación de tonsilolitos porque consigue limpiar eficazmente las criptas amigdalinas, donde suelen desarrollarse estas piedras. Las criptas son pequeños pliegues en las amígdalas donde pueden quedarse atrapadas partículas de comida, células muertas y bacterias. Al utilizar un irrigador dental, el chorro de agua puede alcanzar estas zonas y desalojar los restos que de otro modo quedarían atrapados. Esta acción no solo ayuda a eliminar físicamente los posibles elementos problemáticos, también evita las condiciones que favorecen el crecimiento bacteriano. El lavado regular de estas zonas puede reducir la inflamación e irritación de las amígdalas, que a menudo se asocia con una mayor formación de cálculos amigdalinos.»
Normalmente puedes tratar los cálculos amigdalinos en casa manteniendo la boca limpia y utilizando herramientas básicas. Sin embargo, si los cálculos reaparecen o causan problemas, lo mejor es visitar al dentista. Un profesional de la salud bucodental comprobará los síntomas y te ayudará a encontrar la mejor forma de tratar o prevenir los cálculos amigdalinos.
Si quieres más consejos para eliminar los cálculos amigdalinos, consulta nuestra guía sobre cómo eliminar los tonsilolitos.
Reflexiones finales: ¿Qué debo saber antes de tratar los tonsilolitos?
Los cálculos amigdalinos son pequeños bultitos duros que se forman cuando las bacterias, los restos alimentos y las células muertas se quedan atrapados en las amígdalas. Pueden causar mal aliento, dolor de garganta o problemas para tragar, pero no son contagiosos.
Para prevenir los cálculos amigdalinos, cepíllate los dientes y usa hilo dental todos los días, ráspate la lengua, bebe mucha agua y haz gárgaras con agua salada. Un kit de extracción de tonsilolitos también puede ayudarte a eliminar los cálculos y a evitar que vuelvan a aparecer.
Si las piedras de las amígdalas resultan dolorosas o reaparecen con frecuencia, es conveniente que vayas al dentista o al médico.
Si tienes dudas sobre si tienes cálculos amigdalinos, haz nuestro Cuestionario interactivo sobre tonsilolitos. Si quieres más consejos para controlarlos, lee nuestra publicación sobre cómo deshacerse de los tonsilolitos.
FAQ sobre los tonsilolitos
¿Qué ocurre si no se tratan los tonsilolitos?
Los cálculos amigdalinos no suelen ser peligrosos y a menudo se caen solos. Sin embargo, si no se tratan, existe la posibilidad de que su tamaño siga creciendo.
Cuanto más tiempo dejes que permanezcan las piedras en las amígdalas, más tiempo tendrás que soportar sus incómodos efectos secundarios, como el mal aliento y otras molestias.
¿Por qué huelen tan mal las piedras de las amígdalas?
Uno de los componentes que forman parte de las piedras en las amígdalas son las bacterias. Las bacterias se descomponen y producen azufre, que provoca ese característico mal olor.
¿Las piedras de las amígdalas huelen a caca?
Sí, las bacterias que producen azufre en los cálculos pueden emitir un olor que algunas personas describen como olor fecal. Hacer gárgaras con agua salada puede ayudar a controlar este olor.
¿Es necesario tomar antibióticos para tratar los tonsilolitos?
No, no es necesario tomar antibióticos para tratar los cálculos amigdalinos. Si tienes alguna duda sobre cómo deshacerte de las piedras en las amígdalas o crees que puedes tener una infección, consulta con tu médico.
¿Puedes tener cálculos amigdalinos si te han extirpado las amígdalas?
No, los tonsilolitos solo se forman en las criptas de las amígdalas, por lo que no pueden aparecer si te has sometido a una amigdalectomía.
¿Cuáles son las mejores herramientas para prevenir las piedras en las amígdalas?
El irrigador dental, los raspadores de lengua o los kits de extracción de tonsilolitos son herramientas muy útiles para evitar la acumulación de los restos que originan la aparición de tonsilolitos. Se pueden encontrar fácilmente en Internet.
Este artículo ofrece información general sobre salud bucodental y no sustituye el asesoramiento profesional.
Consulta siempre tus dudas médicas a tu dentista o profesional sanitario.
Referencias
- Mandel, L. (2008). Tonsilolitos múltiples bilaterales: reporte de un caso. Journal of Oral and Maxillofacial Surgery, 66(1), 148-150. https://doi.org/10.1016/J.JOMS.2006.05.047.
- Oda, M., Kito, S., Tanaka, T., Nishida, I., Awano, S., Fujita, Y., et al. (2013). Prevalencia y características de imagen de tonsilolitos detectables en 482 pares consecutivos de tomografías computarizadas y radiografías panorámicas. BMC Oral Health, 13(54). https://doi.org/10.1186/1472-6831-13-54.
- Yamashita, K., Oda, M., Tanaka, T., Nishida, I., Wakasugi-Sato, N., Matsumoto-Takeda, S., et al. (2021). Cambios en las características de los tonsilolitos detectados en un estudio de seguimiento con tomografía computarizada. BMC Oral Health, 21. https://doi.org/10.1186/s12903-021-01426-1.
- Yu, C., Tao, L., Li, X., Yu, Y., & Liu, B. (2017). Prevalencia de tonsilolitos y diagnóstico por tomografía computarizada. Zhonghua Er Bi Yan Hou Tou Jing Wai Ke Za Zhi, 52(8), 604-607. https://doi.org/10.3760/cma.j.issn.1673-0860.2017.08.009.
- Smith, K. L., Hughes, R., & Myrex, P. (2023). Amigdalitis y tonsilolitos: diagnóstico y manejo. American Family Physician, 107(1), 35–41.
- Kim K. S. (2013). Otalgia reportada inducida por un gran tonsilolito. Korean Journal of Family Medicine, 34(3), 221–223. https://doi.org/10.4082/kjfm.2013.34.3.221.
- Lo, R., Chang, K., & Chu, S. (2011). Obstrucción de las vías respiratorias superiores causada por tonsilolitos gigantes bilaterales. Journal of the Chinese Medical Association, 74(7), 329-331. https://doi.org/10.1016/j.jcma.2011.05.011.
- Tsuneishi, M., Yamamoto, T., Kokeguchi, S., Tamaki, N., Fukui, K., & Watanabe, T. (2006). Composición de la flora bacteriana en tonsilolitos. Microbes and Infection, 8(9-10), 2384-2389. https://doi.org/10.1016/J.MICINF.2006.04.023.
- Alfayez, A., Albesher, M., & Alqabasani, M. (2018). Un tonsilolito gigante. Saudi Medical Journal, 39, 412-414. https://doi.org/10.15537/smj.2018.4.21832.
Soy una ingeniera biomédica convertida en redactora de contenidos con más de una década de experiencia en la industria de la salud y una Maestría en Ciencias Biológicas. Me apasiona transformar investigaciones científicas complejas en contenido accesible para ayudar a los lectores a tomar decisiones informadas sobre su salud.
