En este artículo, aprenderás todo lo necesario acerca de la amigdalectomía (cirugía de extirpación de amígdalas) y por qué algunas personas se someten a una operación de amígdalas para extirparlas.
La extirpación de las amígdalas es un procedimiento habitual. Es una de las operaciones más frecuentes entre los niños. Por eso, muchos adultos viven sin amígdalas.
Sin embargo, muy pocas personas conocen todas las implicaciones de la cirugía de extirpación de amígdalas o las funciones que desarrollan estas glándulas.
¿Cuánto sabes sobre los procedimientos de una amigdalectomía? Esta información te ayudará a tomar una decisión informada antes de aceptar que la extirpación de tus amígdalas o las de tu hijo.
¿Qué es una amigdalectomía?
Antes de aceptar una amigdalectomía es fundamental comprender qué es la amigdalectomía y la adenoidectomía. La amigdalectomía es una cirugía de extirpación de las amígdalas y se trata de un procedimiento muy largo y doloroso.
Las amígdalas son masas de tejido blando de la garganta que desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la salud inmunitaria. Están situadas en la parte posterior de la garganta, donde actúan como guardianes que protegen al organismo de los patógenos invasores que entran por la boca.
La amigdalectomía es una intervención quirúrgica para extirpar las amígdalas. Los primeros casos conocidos de extirpación quirúrgica de las amígdalas se remontan a antiguos escritos hindúes, hace unos 3.000 años. Los médicos romanos, en el siglo I a.C., realizaron las primeras amigdalectomías documentadas.

Con el paso de los siglos, la cirugía de amígdalas pasó de moda entre la comunidad médica. Sin embargo, a mediados del siglo XX, en Estados Unidos la amigdalectomía de nuevo se consideraba el tratamiento de referencia para tratar y prevenir diversas afecciones como la halitosis, los dolores de oído y las infecciones crónicas de garganta. Su popularidad hizo que profesionales médicos de todo el mundo adoptaran rápidamente esta práctica de forma generalizada.
La extirpación de las amígdalas era la panacea para las afecciones de las vías respiratorias superiores de los niños en los años cincuenta y sesenta. Según un estudio, en 1967 se extirparon las amígdalas a 120 de cada 10.000 niños en Estados Unidos.

Sin embargo, la afición por las amigdalectomías ha tenido sus idas y venidas a lo largo de los años. En 1998, solo 65 de cada 10.000 niños se sometían a amigdalectomías. La comunidad médica sigue debatiendo intensamente sobre los pros y contras de la amigdalectomía. En cualquier caso, lo cierto es que en este momento ya no se recomienda tanto como antes.
¿Por qué se extirpan las amígdalas de algunas personas?
Hoy en día, la visión de los médicos sobre la amigdalectomía es más equilibrada que en el pasado gracias a una mejor comprensión del papel de las amígdalas en la salud inmunitaria. Entonces, ¿por qué extirpar las amígdalas?
Generalmente, se extirpan las amígdalas de los pacientes solo cuando:
- Obstruyen el flujo de oxígeno a través de la garganta
- Experimentan múltiples infecciones en un corto periodo de tiempo
Otras afecciones poco frecuentes que pueden requerir la extirpación de las amígdalas son amigdalitis hemorrágica, abscesos o tumores cancerosos. Por último, en los casos en que una infección no responde a la terapia antibiótica tradicional, puede estar indicada una amigdalectomía.
Cómo se extirpan las amígdalas
Los cirujanos realizan las amigdalectomías modernas utilizando principalmente cuatro métodos:
- Láser de dióxido de carbono
- Electrocauterio
- Bisturí
- Bisturí armónico (utiliza vibraciones ultrasónicas para romper el tejido)

La amigdalectomía se realiza bajo anestesia, así que no tendrás que preocuparte por el dolor durante la operación. Esto significa que no sentirás nada y no estarás consciente. El procedimiento se realiza con mucha rapidez. Se trata de una cirugía ambulatoria, lo que significa que, por lo general, podrás irte a casa el mismo día en que te extirpen las amígdalas.
Recuperación de una amigdalectomía
Por desgracia, recuperarse de una amigdalectomía es un proceso doloroso y largo. Pueden pasar hasta dos semanas hasta que la zona sane por completo y el dolor remita.

El médico puede recomendar medicación para controlar el dolor, pero la recuperación de una operación de amígdalas sigue siendo tremendamente incómoda. Por lo tanto, será necesario guardar reposo en cama y seguir una dieta de líquidos y alimentos blandos durante una semana o más. Los alimentos sólidos pueden dañar la zona intervenida y provocar una infección o retrasar la cicatrización.
Además, dependiendo de los alimentos que puedas ingerir y de lo que dure el periodo de recuperación, puedes acabar perdiendo demasiado peso tras la operación de amígdalas.
Complicaciones de una amigdalectomía
Existen varias complicaciones graves asociadas a la amigdalectomía, además del coste de la cirugía de extirpación de amígdalas, la duración de la cirugía de extirpación de amígdalas y el dolor de la amigdalectomía.
Esto puede ser especialmente peligroso para los pacientes pediátricos, pues las complicaciones y los riesgos de la amigdalectomía incluyen:
- Dolor
- Náuseas, vómitos y otras reacciones a la anestesia
- Dificultad para comer o rechazo a los alimentos
- Infección
- Inflamación de garganta que puede obstruir las vías respiratorias
- Sangrado

Cada vez más profesionales de la medicina y académicos apoyan las terapias alternativas a la amigdalectomía debido a los graves riesgos asociados al procedimiento.
Entonces… ¿es posible evitar que te extirpen las amígdalas?
Cómo evitar que sea necesario realizar una amigdalectomía
A pesar de la creencia popular de que una amigdalectomía es algo por lo que hay que pasar… extirparse las amígdalas no es normal. Solo es necesario someterse a una operación de amígdalas para su extirpación si causan problemas.
Si tienes problemas de amígdalas o dolor de garganta, visitar al médico lo antes posible para tratar el problema puede ayudarte a evitar complicaciones. Si te da un tratamiento de antibióticos para combatir una infección, sigue las indicaciones hasta el final y no lo abandones antes de tiempo.

Mantener las amígdalas y la cavidad bucal limpias también ayuda a mantener las amígdalas sanas y reduce la posibilidad de necesitar una amigdalectomía.
Las amigdalectomías innecesarias pueden provocar dolor e infecciones y además suponen una pérdida de tiempo de estudio o trabajo. Además, las amígdalas son la primera línea de defensa de la boca frente a patógenos infecciosos. Es mucho mejor adoptar un enfoque proactivo para mantener la salud de las amígdalas limpiándolas con regularidad.

Haleigh, que solía ejercer como Higienista Dental Colegiada, en 2015 dio un giro en su carrera y pasó al campo de la escritura trabajando como freelance. Su motivación para escribir reside en su entusiasmo por conectar con los pacientes y hacer accesibles los conceptos más complicados. Haleigh comparte sus habilidades en la escritura y el copywriting para blogs y sitios webs en el sector médico y dental.